sábado, 1 de febrero de 2014

Encarni nos cuenta

SONRISA

Érase una vez cuatro hermanos que se fueron de vacaciones en un crucero por el mar mediterráneo.
El crucero era inmenso con una piscina de unos veinte metros de largo y seis metros de ancho, alrededor de ella, había un césped artificial con sombrillas de colores. También había un observatorio desde lo alto del crucero.
Los cuatro hermanos, Marta, Lucía, Julián y Joaquín estaban a un lado del crucero, observando las vistas desde la barandilla. A Joaquín, el más travieso, se le ocurrió una gran idea, y dijo: -vamos a ponernos de pie en la barandilla como si estuviéramos surfeando.
A lo que Lucía respondió: -nosotros nos quedamos aquí, porque, es peligroso ponerse al borde.
Así que, como estaba claro, Joaquín se quitó las chanclas y se subió a la barandilla.
Pero, justo en ese momento, el barco giró con tanta fuerza que Joaquín se resbaló y se cayó.
Sus hermanos asustados, intentaron lanzarle un bote, pero como no caía,tiraron con tanta fuerza que se cayeron. Desesperados, pidieron ayuda todo lo que pudieron, pero nadie les escuchó.
De repente, vieron algo de color gris que subía y bajaba debajo del agua.
Al rato, escucharon: -¡iiio, iiio! y un delfín saltó fuera del agua y se fue acercando a los niños poco a poco. Marta, supo que el delfín quería ayudarlos y dijo: -Tranquilos, este delfín quiere ayudarnos a volver al crucero. El delfín les dejó que se subiesen a su lomo pero, como eran tantos, no podían.
El delfín llamó a su amigo, que así podían llevarlos. Al rato de estar nadando, encontraron el crucero y por una escalera que había fuera, subieron. Los niños les dieron las gracias a los delfines y al primer delfín le llamaron sonrisa, porque cuando les rescató, lo hizo con una sonrisa.
Cuando volvieron a casa, cada día iban con su bote al mar para jugar con sonrisa y su amigo.



                                    

Fin

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